Es sanador y liberador
Mejora los vínculos
Disminuye el estrés
La comunicación asertiva clarifica y mejora los vínculos, disminuyendo significativamente el estrés. El asertividad es una habilidad que nos permite convivir con los otros saludablemente.
Frecuentemente nos encontramos en situaciones que nos incomodan, en la que los otros nos piden cosas o realizan acciones en las que nos sentimos invadidos y no son de nuestro agrado. Ya sea nuestros amigos, familiares, socios, jefes, supervisores, o cuando alguien intenta quitarnos el lugar haciendo una fila.
El ser asertivos nos permitirá tener la libertad de expresar cuando no estamos de acuerdo con lo que está sucediendo, poniendo un límite claro y con firmeza. Como así también, poder decir NO cuando nos piden algo que no queremos acceder.
Muchas personas me preguntan, porque tengo que aclarar al otro que lo que está haciendo o pidiendo no es lo correcto, debería saberlo o darse cuenta solo.
Lo que sucede es que lo que es obvio para uno puede no serlo para el otro. Además, podemos encontrarnos con personas que sabiendo que están abusando de nosotros, aprovechan nuestra debilidad y sometimiento para su propio beneficio. Aprender a ser asertivo, ayuda a mejorar la comunicación con los otros, y a defendernos de las personas manipuladoras.
También me dicen: “porque me siento mal cuando tengo que ponerle límites a los otros, o me siento culpable cuando me piden algo y digo No, me siento egoísta mala persona.”
Aquellos que sienten culpa al poner límites han incorporado desde su temprana infancia, falsas creencias “Las personas complacientes son más buenas”, “más generosas” y a la hora de defender sus derechos o negarse a realizar algo que no desean, se sienten culpables y/o egoístas.
Por lo general transitan sus días con mucho estrés y tensión, ya que en los distintos medios donde se desenvuelve, en su relación con los hijos, la pareja, hermanos, o en el trabajo con su jefe, supervisor o compañeros y en el resto de los ámbitos suelen experimentar situaciones en las que deberían poner límites y al no poder hacerlo terminan amoldándose a todo lo que requieren los demás. Dicen SI Cuando en verdad quisieran decir NO se someten llenándose de emociones desagradables, bronca, enojo, ira y descontento.
También sucede, que evitan decir NO por miedo a que el otro se enoje, o no los quieran más.
Algunos naturalmente se hacen respetar, nadie los pasa por encima, en cambio hay otros que deben aprender y entrenarse para encontrar un estilo que les permita ser asertivos, logrando de este modo expresarse libremente, negarse cuando así lo desean ganándose el respeto de quienes lo rodean.
Autor del texto: Lic. Mónica Muruaga. Psicóloga y Terapeuta Corporal.
Publicado 20 de septiembre de 2021