Cómo resolver conflictos con el menor desgaste físico y psíquico posible.
Las discusiones, peleas a diario, en la calle, en las parejas, entre empleados y empleadores, entre compañeros, vecinos; la reacción enfurecida ante el pensar o el actuar distinto del otro. En la mayoría de estos casos, parecería ser que tener razón y pelear es más importante o costara menos esfuerzo que negociar y llegar a ciertos acuerdos con el otro. Se encubre la ilusión de que se pierde menos.
Algunos puntos a tener en cuenta en cada discusión, para que ésta no se transforme en pelea y pueda lograrse un acuerdo común:
1) Escuchar al otro, esto es principalmente, no superponer mis opiniones tapando todo aquello que sea diferente a éstas.
2) No interpretar la intención del otro, son inferencias subjetivas que pueden estar muy lejos de la realidad.
3) No subestimar y humillar la postura del otro.
4) Una vez finalizada la escucha propongo lo que me parece, No” La verdad” única y absoluta, sino mi humilde percepción de los hechos.
5) Propongo llegar a una negociación.
Se define por negociación “el proceso por el cual las partes interesadas resuelven conflictos, acuerdan líneas de conducta, buscan ventajas individuales y/o colectivas, procuran obtener resultados que sirvan a sus intereses mutuos. Se contempla generalmente como una forma de resolución alternativa de conflictos o situaciones que impliquen acción multilateral”.
En toda negociación hay algo que gano y algo que cedo a favor del otro. Si solo gano (tengo la ilusión de ganar) tendré un sometido a mi lado, que tarde o temprano se volverá en contra y perderé aquello que ilusioné haber ganado.
Estos pasos a seguir han resuelto y siguen resolviendo infinidad de conflictos y está dirigido para todos aquellos que no quieren tener sometidos o esclavos a su alrededor.
Autor del texto: Lic. Mónica Muruaga. Psicóloga y Terapeuta Corporal.
Publicado 24 de noviembre de 2010