Las causas pueden ser muy variadas de acuerdo a la historia de cada persona (sentimientos de culpa, adicción al trabajo, duelos no resueltos, fobia social, etc.)
En esta oportunidad me voy a dedicar a una de ellas, y es la imposibilidad de planificar el tiempo libre.
Muchas de las personas que se sienten así, suelen decir: “ya veré lo que hago el finde…” Y cuando llega el tan deseado fin de semana y no han programado nada, se angustian, se aburren o no la pasan bien. Hay personas que naturalmente disfrutan del ocio, pero hay otros que no saben qué hacer con él.
Estamos acostumbrados a dedicar tiempo a programar temas laborales, trámites, estudios y todo aquello que esté relacionado con el deber, estas tareas son vividas como algo productivo y como un rasgo de adultez. Pero para preservar nuestra salud mental es necesario aprender a invertir y dedicar tiempo en generar espacios de placer y divertimento.
Autor del texto: Lic. Mónica Muruaga. Psicóloga y Terapeuta Corporal.
Publicado 5 de septiembre de 2012