Los niños también se estresan

 

La realidad nos ofrece de manera permanente obstáculos y sorpresas (buenas o malas) que nos demandan una adaptación. La forma cómo nos adaptemos, o no, marcará nuestra sensación de bienestar o malestar. Cada individuo tendrá una manera diferente de afrontar estas dificultades.

Cuando la situación externa o interna (pensamientos o sentimientos negativo, perturbadores, o catastróficos ) superan los recursos psíquicos y cognitivos con que cuenta la persona para afrontar tal situación, aparece el estrés.

Si esto perdura en el tiempo traerá consecuencias graves.

El estrés no es un tema exclusivo del mundo adulto. Los niños y adolescentes también pueden padecerlo. Aquí, el trabajo de los padres está en observar a sus hijos, y ayudarlos a atravesar cualquier situación difícil que se pueda presentar.

Áreas de estrés infantil

Diversos estudios indican que el estrés en niño se puede manifestar en alguna de estas áreas: escolar, familiar y/o social.

En lo escolar, se vincula con su desempeño.

En lo familiar, se vincula a la estabilidad o no que se vive en su hogar, así como el manejo que realizan los propios padres en sus zonas de estrés.

En lo social, tiene que ver con la capacidad que tiene el niño para vincularse con otros y ser aceptados o no.

Igualmente, los niños pueden ser afectados por alguna pérdida o duelo vivido. Así como por alguna situación de temor o inseguridad en la que vivan; o alguna exigencia a la que deben responder en el futuro inmediato.

Los niños necesitan acompañamiento

Para los niños es relevante que se pueda observar cuál o cuáles son los factores estresantes que están viviendo, pues de esta manera, se podrán tomar las medidas más adecuadas para ellos. Los padres pueden realizar esta tarea de la mano de un profesional de la salud, si es que solos no pueden.

Es necesario tener en cuenta que la forma en la que se comporten los padres frente a cualquier situación influirá en cómo el niño la percibirá y vivirá.

Con la agenda a full

La forma y la calidad de vida también marcan la aparición del estrés. Un niño con una agenda llena de actividades curriculares y extra curriculares puede afectarlo. Por ello es importante conocer al niño, entender sus capacidades y limitaciones, comprender sus necesidades y tratar de acompañarlo desde sus posibilidades.

Factores que incrementan el estrés infantil

– Crianza inestable. Inestabilidad en la familia.

– Exigencia o sobre exigencia. Pedirle al niño sin atender sus necesidades e incluso sus capacidades.

– Influencia negativa en relaciones fuera del círculo familiar.

Estrategias para afrontar el estrés:

– Detectar la situación estresante para el niño.

– Expresión abierta de las emociones.

– Promover la flexibilidad para la adaptación a los hechos reales que vive el niño.

– Buscar ayuda profesional en el caso que la situación lo amerite.

Autor del texto: Lic. Mónica Muruaga. Psicóloga y Terapeuta Corporal.

Publicado 4 de mayo de 2015